miércoles, 4 de junio de 2014

UNA CRIOLLA NATURAL DE SANTIAGO DE CUBA PRIMERA MADRE DE LECHE DE SIMON BOLIVAR: comentarios y notas


Escrita por: Nelly Guilarte Ugas


Partiendo de esta premisa “la historia no es juzgar; es comprender y hacer comprender[1] esbozada por  Lucien Febvre  en su obra Combates por la Historia; asumo las presentes líneas con el intención de compartir algunos aspectos relacionados con la  primera mujer que le correspondió amamantar a Simón Bolívar, la criolla cubana Inés Mancebo de Miyares; hecho que podría pasar por fútil y trivial de no ser porque se refiere al Libertador.



Imagen ilustrativa
Decidí escribir sobre este tema calificado  de intrascendente por algunos actores, al calor de la diatriba  que se ha manifestado en nuestro país (Venezuela), en torno a una lección que aparece en uno de los textos de la Colección Bicentenaria[2], en el cual se afirma que “una cubana amamantó a Simón Bolívar” (El Libertador).



La fuerza que en nuestro país ha tenido la concepción historiográfica que ha exaltado la vida de los prohombres y  la utilización de estas figuras en el discurso político de los grupos gobernantes   durante toda la vida republicana, ha hecho del Libertador y todo lo referente a su accionar,  elementos polémicos y controversiales.



Si bien es cierto  para algunos  el hecho de quien amamante a  alguien  o no, podría pasar como inadvertido o considerarse de poca trascendencia; no es menos cierto que también los hechos menudos y cotidianos podrían conducirnos a comprender  aspectos   fundamentales y constitutivos de una sociedad;  sobre todo  nos ayudan o estimulan a recrear  parte de la historia;  esos sucesos cargados de sentimientos  son esencialmente humano, tienen el vigor para  sobrepasar la dimensión del tiempo pasado y llegar hasta  el presente con la  preeminencia que les reviste.


 No fue algo excepcional que personas “extrañas” lactaran a Simoncito, era práctica común durante la colonia y muy adentrado el siglo XIX; las familias aristocráticas y de cierta posición económica y social solían contar con mulatas, zambas,  “libres”, o esclavizadas para cumplir esta función. En el caso de la familia Bolívar, una de las mas encumbradas aristocráticas y mantuana de la Caracas colonial, esto no podía ser diferente, debemos suponer que los hermanos del Libertador también ostentaron el privilegio de ser amantados  por alguna esclavizada; mas sin embargo, por la connotación que toma el más pequeño de los vástagos de esta familia en la historia de Venezuela,   este acto ha sido y es objeto de disímiles  reseñas.


Sobre las mujeres que amamantaron al Libertador variadas son las referencias que encontramos en: artículos, libros y crónicas, gran parte de los escritores que le han dedicado líneas o biografías al Libertador por lo menos reseñan  lo referente a las nodrizas de Simón Bolívar; reconocidos historiadores e historiadoras, oficiosos y principiante  señalan algún comentario al respecto.


  Entre la más conocida y reconocida nodriza del niño Simón Bolívar  está “La Negra Hipólita”[3] algunas cartas del el Libertador  dejaron para la posteridad el reconocimiento y la huella que esa relación dejó en su vida, plasmada  con palabras de admiración, respeto y amor filial en sus epístolas,[4] entre estas  citaremos la correspondencia enviada a su hermana María Antonia, donde trata asuntos de la vida intima familiar, intereses económico relacionado con las propiedades de él y su familia, la carta  fechada en el Cuzco. el 10 de julio de 1825,   señala Te mando una carta de mi madre Hipólita para que le des todo lo que ella quiere; para que hagas por ella como si fuera tu madre, su leche ha alimentado mi vida y no he conocido otro padre que ella”[5]


También es digna de mencionar, la comunicación dirigida al Dr. José Ángel Álamo desde Bogotá, el 21 de septiembre de 1827, donde Bolívar le instruye,  para que le sea asignado de su cuenta personal, un estipendio de treinta pesos a Hipolita,  al cierre de esta esquela afirma:   Mi deseo es que esta infeliz que me alimentó no perezca de miseria”.[6] Cuatro años antes,   en  mayo 1823, él había indicado a su sobrino Anacleto mediante una  carta para que este le ordenara al arrendador de la hacienda de San Mateo pasar una mensualidad de treinta pesos a Hipólita de por vida.[7]


También se ha señalado a Matea como  otra  de las mujeres que dio pecho a Simón Bolívar, hecho que podría ser cierto ya que esta era una de las esclavizadas del servicio doméstico de la familia  Bolívar y al parecer también estaba parida para entonces;  pero advierte el historiador Ramos Guedez “Que en los múltiples  escritos del Libertador  no se ha encontrado ninguna referencia al respeto”[8]


El caso que en esta oportunidad queremos resaltar, es el de Inés Mancebo de Miyares la criolla Cubana, de quien Bolívar tomo pecho por primera vez; reseñado por  escritos, historias y crónicas y que he retomado en función pedagógica. Dos documentos  del Libertador testimonian,  que Doña Inés  cumplió con esa  función; el primero fechado en Caracas en agosto  de 1813, remitido a  Manuel Antonio Pulido quien actuaba como Gobernador de la Provincia de Barinas;  dicha comunicación se emite en función  de solicitar se levantara una medida de secuestro[9] que pesaba sobre los bienes de esta familia en la Provincia de Barinas “… corresponde a la gratitud que un corazón  como el mío sabe guardar a la que me alimentó como madre  fue ella la que en mis primeros meses me arrulló en su seno . ¡Que mas recomendación que esta para el que sabe amar y agradecer yo! Bolivar [10]


El segundo  documento,  es una carta fechada en Caracas el 23 de junio  de 1827, remitida por Libertador al Coronel José Félix Blanco, Intendente del Orinoco,  donde Simón Bolívar recomienda a Inés Mancebo de Miyares,  en la cual expresa, que ella le dio de mamar en sus primeros días;  para ilustrar cito a continuación: “Mi querido Coronel y amigo: con el mayor  interés  me empeño con usted para que usted se tome la pena de oir en justicia a mi antigua y digna amiga la señora Mancebo de Miyares que, en mis primeros días me dio de mamar ¿Qué mas recomendación para quien sabe amar y agradecer?  Soy de Vd. El mejor amigo.- Bolívar”[11]


          En crónicas de Caracas, Arístides Rojas[12] nos deja un artículo titulado “La primera nodriza de Bolívar”  en este, de forma muy amena, amplia y pormenorizada  encontramos una  reseña de la vida familiar de esta mujer que le correspondiese amamantar al niño simón  “… Doña Inés Mancebo de Miyares, de noble familia de Cuba muchacha esplendida poseedora de un carácter tan recto y lleno de gracia…”[13]


En los relatos de  esta crónica, sobre la primera Nodriza de Bolívar hay tres meritorios de referenciar: el concerniente al encuentro entre Bolívar y Morillo, donde supuestamente entre los temas iniciales de conversación de estos dos jefes militares, estuvo el concerniente a la relación entre Bolívar e Inés Mancebo de Miyares y donde Bolívar reconoce que esta mujer lo nutrió en los primeros meses de vida[14]; el otro,  la visita que aparentemente hace Bolívar a Doña Inés después del triunfo de Carabobo en 1821[15] y por último, el relato  que describe el alarde de los descendientes de Inés Mancebo  al escuchar a alguien  hacer gala de cierto recuerdo sobre el Libertador; estos acallaban cualquier pretensión con la frase siguiente: “Quite usted, que en mi familia  fue donde le hicieron  a Bolívar las entrañas, queriendo decir con esto  que la primera nodriza de Bolívar fue la esposa de aquel notable  militar, doña Inés Mancebo de Miyares,  noble hija de Cuba.[16].


Es pertinente  detallar en este artículo que Inés Mancebo de Miyares era una blanca criolla, natural de Santiago de Cuba, hija de Bernardo Mancebo y de Ana  María  Quiroga, perteneciente a una de las familias aristócratas de esa Isla.  Llegó a la provincia de Caracas a finales del siglo XVIII; cuando su esposo Fernando Antonio Vicente Miyares Pérez, un alto funcionario militar, de comprobada fidelidad a la corona española fue designado para cumplir funciones de gobierno en la Provincia de Venezuela; entre los importantes cargos desempeñados de servicio al Rey destacan: Intendente de la Provincia de Barinas y Gobernador político y militar de Maracaibo.


Cuando arriba a Caracas fija residencia cercana a la casa de Juan Vicente Bolívar, por su condición de esposa de un alto funcionario de la Corona, debió codearse con la aristocracia caraqueña; su amistad con Doña Concepción la llevó a prestar auxilio con su leche al recién nacido; del matrimonio Bolívar Palacios quien años más tarde se convertiría en uno de los mas connotados  personajes de la insurgencia  Independentista  de América contra el imperio español.


Cabe destacar que la señora Miyares se mantuvo fiel a la corona  y su esposo fue un militar activo del ejército español en contra de los independentistas, parte de sus bienes familiares fueron confiscados y según las referencias documentales ya citadas,  el Libertador interfirió para que estos le fuesen devueltos.


La primera mujer que amamanto, o en otras palabras  le hizo las entrañas. Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Palacios fue “Doña Inés Mancebo Quiroga y Miyares blanca criolla, nacida en Cuba y realista;  el contexto histórico que le correspondió vivir la convierte en una de las  madres de leche del Libertador


FUENTES CONSULTADAS


Documentos del Libertador en http://www.archivodellibertador.gob.ve


BERBESÍ DE SALAZAR, Ligia y  Vázquez de Ferrer Belín; Representaciones del poder en el antiguo régimen. el caso del gobierno provincial en Maracaibo.1799-1810 en Instituto de Estudios Hispanoamericanos ensayos históricos  2º etapa Nº 11 Anuario del Instituto de Estudios Hispanoamericanos. Universidad  Central de Venezuela Caracas  1999 consultado en  http://opsu.sicht.ucv.ve/pdf/ensayo%2011.pdf


 BERBESÍ DE SALAZAR, Ligia; Genealogía de los gobernadores de la Provincia de Maracaibo 1787-1812 consultado en:




[1] FEBVRE, Lucien; Combates por la Historia. Editorial Planeta –De Agostini Buenos Aires 1993.
POLANCO ALCÁNTARA, Tomás; Simón Bolívar: ensayo de una interpretación biográfica a través de sus documentos. Biblioteca Digital Andina consultada en:




RAMOS GUEDEZ, José Marcial; Las Ayas y Nodrizas Africanas y sus descendientes: Aportes  culturales tanto en Venezuela Colonial  como durante el siglo XIX. Ponencia presentada en el III Congreso Internacional de Ciencias Históricas. Barquisimeto, Julio 2009.


 RIEU-MILLAN, Mazrie Laure; Americanos en las Cortes de Cádiz Biblioteca Historia de América Edit. Grafipen España 1990


 ROJAS Arístides; Crónicas de Caracas. Editorial CEC. Libros de El Nacional 2005

TROCONIS DE VERACOCHEA, Ermila; Indias esclavas mantuanas y primeras damas Academia Nacional de la Historia, Alfadil Editores Caracas 1990.








[1] FEBVRE, Lucien; Combates por la Historia. Editoria Palaneta –De Agostini Buenos Aires 1993. Pág. 167
[2] La Colección Bicentenaria son textos escolares  gratuitos  distribuidos por el Ministerio del Poder Popular para la Educación a todos los planteles Oficiales de Venezuela 
[3] RAMOS GUEDEZ; José Marcial Las Ayas y Nodrizas Africanas y sus descendientes: Aportes  culturales tanto en Venezuela Colonial  como durante el siglo XIX. Ponencia presentada en el III Congreso Internacional de Ciencias Históricas. Barquisimeto, Julio 2009. Señala el autor que Hipolita permaneció por muchos años como esclavizada de la familia Bolívar en la hacienda-trapiche de San Mateo  (actual Estado Aragua) donde nació el 13 de agosto de 1763, de allí pasó como nodriza a Caracas  donde murió el 26 de junio de 1835 y
[4] Los documentos del Libertador donde este manifiesta su preocupación por Hipólita que hemos consultado   http://www.archivodellibertador.gob.ve; son u total de siete
[6] IDEM Doc. N° 271
[7] IDEM Doc. N° 118
[8] RAMOS GUEDEZ; José Marcial Las Ayas y Nodrizas Africanas y sus descendientes: Aportes  culturales tanto en Venezuela Colonial  como durante el siglo XIX. Ob.cit.
[9] El secuestro fue una medida de  confiscación y ocupación de bienes y propiedades utilizada tanto por realistas como por patriotas sobre los bienes de sus adversarios
[11] Idem documento N° 252 
[12] Aristides Rojas Naturalista, médico, historiador y periodista  nació en Caracas en 1826 y murió en 1894. Las crónicas de  Caracas es una literatura de corte Histórico donde relata  amenamente los  hechos  con una fina estética nutrió sus investigaciones en documentación de archivos relatos y puso al descubierto hechos de de la cotidianidad
[13] Rojas Arístides Crónicas de Caracas. Editorial CEC . Libros de El Nacional 2005. Pág. 99
[14] IDEM pag. 102 “Entre los diversos temas de conversación que tuvieron Bolívar y Morillo, este hubo de traer al primero  recuerdos gratos –En caracas tuve el gusto de conocer y tratar a vuestra bondadosa madre en la casa del brigadier Correa -_le dice
_¡Mi madre! _exclamó Bolívar…  Si,si,si  mi madre Inés ¡No es verdad? ¡Que mujer! ¡Que matrona tan digna  y noble cuanto talento cuanta gracia ¡ _añadió el Libertador
_¡No os parece una de las más elevadas matronas de Caracas?
_Si. Si. _contestó Bolívar-. Mas que elevada es un Ángel  _ añadió_  Ella me nutrió en los primeros  meses de mi existencia
[15] IDEM. Pág. 103 _¡Simón! ¡ Eres  tu! … exclamó  Inés al ver a Bolívar en la puerta  interior del zaguán.
_Madre querida, venga esos brazos  donde tantas vedes dormí  _ exclamó Bolivar
[16] IDEM. Pág. 103