lunes, 12 de marzo de 2018

LA MEMORIA ANCESTRAL INDÍGENA ESTÁ VIVA.

Escrito por: Nelly Guilarte Ugas



La historiografía y la industria cultural hegemónica dominante han pretendido borrar del imaginario colectivo la fuerte presencia de los elementos ancestrales de nuestras culturas originarias, mediante sistemáticas acciones como: descalificación, encubrimiento, negación, inferiorización o solapándola en el discurso ponderado del llamado mestizaje.

Los estudios etnográficos, históricos, arqueológicos que desde mediados del siglo XX  desarrollaron reconocidos investigadores venezolanos entre los que  podemos señalar a Miguel Acosta Saignes, Lisandro Alvarado, Arcila Farías, Brito Figueroa, Iraida Vargas, Mario Sanoja  para nombrar los más conocidos  y  muchísimos otros  de nuevas generaciones con prolijas investigaciones  han dado suficientes argumentos  para reivindicar  la valía de lo indígena  y el desarrollo cultural de estas, mas sin embargo  ha quedado subrayado casi exclusivamente como cosa del pasado. Se hace entonces imperativo y necesario que empecemos en un proceso de auto reconocimiento de lo que somos desde esa ancestral herencia, constitutiva desde nuestro ser social y biológico tal y como lo evidencian los estudios  sobre ADN mitocondrial de los venezolanos, investigaciones que nos proporcionan argumentos desde otras aristas y se refiere al importantísimo y mayoritario aporte genético indígena presente hoy en la población venezolana mayor al 70%. [1]

“La impronta histórica de los pueblos indígenas se ha hecho evidente en las ya mencionadas investigaciones científicas recientes sobre el ADN mitocondrial presente en poblaciones de la región nor-central de Venezuela: el aporte genético indígena es de 70%, el negro-venezolano de 20% y el europeo de 10%.En el oriente de Venezuela, por otra parte, donde dominaron los pueblos caribes, el componente indígena en el ADN alcanza el 84%, 8% el negro-venezolano y 8% el europeo. En el noroeste de Venezuela donde dominaron los pueblos arawacos caquetíos, el ADN mitocondrial indígena indica un 70%, el negro-venezolano 15% y el europeo 2%; en la región andina donde dominaron pueblos de origen chibcha, el componente genético indígena indica un 89%, el europeo 6% y 4% negro-venezolano”[2]

En los últimos años  con los alcances  en materia de derechos  sobre los pueblos indígenas recogidos en la Constitución Bolivariana de 1999, la reconocimiento que se le ha dado a los pueblos indígenas  durante la Revolución Bolivariana,  es innegable su  visibilidad; pero en el sentir  Nacional  lo indígena venezolano es aún cosa de  los otros, de quienes ocupan los  territorios donde estas naciones mantiene una  unidad  étnica y cultural  mayoritaria,  al hablar de lo indígena en seguida pensamos en  áreas especificas de los estados Zulia, Amazona, Bolívar,  Delta Amacuro.

Por otra parte lo cultural indígena lo  pensamos desde una  concepción museística y contemplativa, las danzas, trajes, penachos, cuentos y cantos se presentan en actividades festivas en forma de espectáculo extraño y hasta exótico; colonizados como estamos se nos hace cuesta arriba reconocer conscientemente  esa extraordinaria herencia, mas sin embargo,  ella está presente en nuestra cotidianidad;  pero nos cuesta ver,  lo indígena  que está en cada uno de nosotros y nostras, lo indígena que camina  por las calles  de las ciudades,  sobre todo en la periferia de los grandes  núcleos urbanos, en nuestros pueblos, en las frutas, verduras y toda la culinaria que degustamos  desde nuestros fogones.

 Los árboles  que hay en esta Provincia que tuvieron los indios y tienen de cultura son que junto a sus casa suelen sembrar y criar unos árboles  altos que ellos llaman curagua y los españoles aguacates;… Hay otros árboles muy grandes que llaman jobos, la fruta es como ciruelas pequeñas, amarillos, más largos que redondo, huelen bien, … y guayabos que su fruta es como manzanas , mayorores y menores; lo de adentro esta lleno de granillos  no se digieren tienese que es fruta sana  y de lo de encima que es lo mejor  se hace conserva como de carne de membrillo , esta fruta es algún remedio contra las cámaras comida verde. Hay otros árboles muy copados  y grandes que los indios  crían también junto a sus casas que llaman mamones, es la fruta como nueces verdes pequeñas,… y otros que llaman guamos su fruta es como algarroba”[3]

            Cuando revisé este fragmento de la relación de Pimentel escrita  en mayo de 1585, importante documento donde describe la provincia de Caracas, entonces en mi memoria aparecieron imágenes relacionadas con mi vida árboles de  curagua (aguacate)  y de guayabos cercanos a la casa, lo indígena está en la memoria aún cuando no se tenga conciencia de ello; hoy en el marco de esta agresión puesta en escena  desde  los centros hegemónicos imperiales de poder  contra nuestro pueblo,  hemos apelado a esa memoria  que yace casi olvidada, y, ese indígena que llevamos  dentro nos ha empezado a señalar el camino  para alimentar nuestro cuerpo y nuestra espiritualidad para resistir, sobreponernos y avanzar.

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[1] Nos  referimos a la tesis Doctoral en Ciencias  de Figuera Pérez Cristina “ Variabilidad Genética de Haplogrupos Mitocondriales Amerindios Detectados en Poblaciones Urbanas Contemporáneas de la Zona Norte de Venezuela, ( Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas. Caracas 2015.  
[2] SANOJA OBEDIENTE, Mario El Legado de Chávez: Socialismo y Poder Popular  Conferencia Nacional del Centro Internacional Miranda: las Ciencias Sociales y los procesos de Cambio en el SigloXXl 2016 en:  
http://dominicanossolidaridadbolivariana.blogspot.com/2016/06/mario-sanoja-obediente-doctor-en.html
[3] BRICEÑO PEROZO, Mario; Temas de Historia Colonial Venezuela  tomo II Biblioteca de la Academia nacional de la Historia Caracas 1986.pags 631- 632  en ese mismo numeral  continua describiendo otras plantas frutales y que dejamos aquí  para su lectura “Hay piñas, fruta muy gustosa y olorosa, no se tiene por sana; hay guanábanos que son árboles grandes, su  es como melones pequeños… Crian estos indios otros árboles que llaman totumos que de sus frutas hacen escudillas, taparas para agua como botijas, cucharas y coberturas  para sus miembros genital…”

lunes, 5 de marzo de 2018

ACERCAMIENTO A LA CRONICA DE JOSEPH GUMILLA (desde el principio dialógico de la complejidad)


Escrito por: Nelly Guilarte Ugas
El inicial y ligero acercamiento con los principios de la complejidad trabajados en el curso, Complejidad y Cultura: entramado saberes y revisiones,  nos permitió  desarrollar unas preliminares reflexiones en torno al principio dialógico en las crónicas de indias  caso concreto, Historia natural civil y geográfica de las naciones situadas en las riveras del rio Orinoco de Joseph Gumilla 


Gumilla escribe su obra desde la convivencia como misionero en las comunidades indígenas en su condición de evangelizador; su obra aporta valiosísima información geográfica y etnográfica[1]; pero sobre todo sus relatos son fundamentales para comprender el proceso destrucción del simbolismo e imaginario indígena y la imposición euro-céntrica como eje central del proceso de “conquista espiritual” en las comunidades indígenas de los territorios circundantes al Rio Orinoco, Sur y Oriente del actual territorio Venezolano[2]



         A propósito de la aproximación que hacemos a la crónica de Gumilla para comprender las características propias de los procesos dialogantes que se expresan en ella, se hace imperativo señalar, que el contexto de los relatos y crónicas de indias corresponden al proceso de imposición hegemónica de dominación cultural de la colonialidad-euorocentrica, considerada superior y dese la cual se impone su visón para prefigurar las nuevas realidades desde del poder; en el marco de estas contradicciones que parecieran impedir el dialogo, a pesar de lo ya enunciado, este se sucede como fenómeno complejo. Un discurso interpretativo de la realidad y la proyección del europeo en la realidad del “nuevo mundo”



     “ El indio barbaro y silvestre es un monstruo nunca visto, que tiene cabeza de ignorancia, corazón de ingratitud, pecho de inconstancia, espaldas de pereza, pie de miedo , su vientre para beber y su inclinación a embriagarse son dos abismos sin fin”[3]



       La crónica de Joseph Gumilla no solo se describe y narra paisajes hechos y acontecimientos; sino también se emiten juicios valorativos e interpretaciones; constituye un cuerpo discursivo de gran complejidad que nos imponen una realidad dialógica en distintas dimensiones: en primer orden encontramos en ellas descripciones, clasificaciones, comparaciones exclusiones e inclusiones que se producen de esa interacción que hace el cronista de la realidad que vive y percibe; segundo construye y deconstruye al expresar lo propio desde lo ajeno o en otras palabras lo desconocido desde lo conocido, tercero expresa desde el yo lo del otro que muy a pesar de su negación no puede ocultarlo en la totalidad[4], lo extraño le es tan asombroso que no le queda más que ponerlo en evidencia aún cuando sea para descalificarlo o interiorizarlo, cuarto el discurso expresa relaciones socioculturales que suponen nuevas identidades colectivas e individuales y representaciones simbólicas.



      Por otra parte la crónica de Gumilla nos permite desde cualquier presente dialogar con realidades complejas multidimensionales para avanzar en la comprensión de la otredad indígena, alcanzar el entendimiento humano construir nuevas realidades reconociendo que el dialogo que se expresa en el discurso de esos relatos se produce en el contexto de una confrontación violenta, desigual y dificultosa impuesta por la hegemonía euro-céntrica, en consecuencia acercarnos desde una perspectiva compleja a estos textos nos permitiría aproximarnos a lo impalpable quitar el velo de aquello que fue encubierto






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[1] GUMILLA Joseph; Historia natural civil y geográfica de las naciones situadas en las riveras del rio Orinoco Tomo I. Imprenta de Carlos Gibert y Tutó. Barcelona MDCCLXXXXI p 124 “Las mujeres , fuera de los adornos de narices y orejas… adornan sus brazos cuellos y cinturas y piernas con gran numero de sartas de Guripa; esta es sarta de cuentas muy menudas”

[2] [2] GUMILLA Joseph. Obcit p. 213 “No es factible que Europeo alguno, que no haya tratado con gente bárbara, haga concepto de aquel su modo de entender, No podemos entender ni penetra su interior ni nos toca más que enseñarle nuestra Santa Ley

[3] IDEM p.103

[4] GUMILLA Joseph; Historia natural civil y geográfica de las naciones situadas en las riveras del rio Orinoco TomoI I. Imprenta de Carlos Gibert y Tutó. Barcelona MDCCLXXXXI p.4 “Dire que fue gravísimo error el que a los que a la primera vista pensaron que no eran racionales, porque a la verdad luego que se van desbaratando aquellas que parecen piedras, se ve para la divina gracia, que pasan a verdaderos hijos de Abrahan; y a repetidos golpes de cincel de la doctrina se desprenden los brillos de aquellos diamantes, cuya exterior tosquedad los hacia despreciable”