viernes, 30 de noviembre de 2018

ANDRÉS BELLO Y LAS INCERTIDUMBRES


Escrito por Nelly Guilarte
El brevísimo artículo que dejo para la lectura, es el resultado de una preliminar investigación y acercamiento a documentación relacionada con Andrés Bello; realizado para cumplir con una invitación que me hicieran desde el Gabinete de Cultura del Estado Aragua, a propósito de la  recordación de los 237 años de su natalicio; aprovecho para agradecer la deferencia por la invitación , circunstancias que   me impusieron la responsabilidad de aproximarme  a la vida de este venezolano de extraordinarios atributos digno de reconocimiento, independientemente que se compartan sus posturas.

Por otra parte manifiesto  que en mis inclinaciones investigativas  poco interés le he dado  al estudio de las individualidades, consecuencia directa  de mi formación, tanto en los espacios académicos, como en la  escuela de la vida,  ambas me han conducido  a  la de los procesos  sociales y colectivos; con esta orientación trajinamos por la enriquecedora y contradictoria realidad; en consecuencia nos aproximamos  a las especificidades, particularidades o individualidades desde el análisis, la contextualización y la comprensión  de la realidad concreta donde se desenvuelve.

En este sentido, los esfuerzos de estas apreciaciones sobre Andrés Bello la abordamos en esa realidad contextual de su tiempo vivido, no para el halago adulador, tampoco para el vil desdeño; sino para poner al relieve elementos desde otras miradas en otros tiempos, también signados por las perturbadoras incertidumbres y la imperiosa necesidad de repensarnos frente a la tolvanera avasallante de la hegemonía imperial que nos subyuga. Las apreciaciones que dejo a continuación las  hago convencida que no todo está dicho siempre e encontraremos otras voces necesarias para romper con silencios ensordecedores 

Andrés Bello y su obra no se le puede entender desde dogmas o falsas dicotomías, sino en el marco de la complejidad de los procesos sociales  y los inciertos laberintos que recorren los seres humanos en las convulsivas circunstancias que le corresponde transitar espacios y tiempo para construir su devenir histórico, en el marco de condicionantes que inciden en el accionar de los sujetos sociales, sus posturas y decisiones; con estas premisas esbozadas nos adentraremos en señalar los escenarios que sirvieron de contexto a la vida de este hombre.

El calendario marcaba más de 200  años, desde  la inicial ocupación  de las huestes imperiales al territorio del aguerrido pueblo  Caraca; tiempo suficiente para que en las tierras usurpadas se hubiere consumado  el establecimiento  institucional del imperio español y  la consolidación de una sociedad de castas. Caracas no contaba con el esplendor de las ciudades virreinales como México o Lima, pero si con una poderosa aristocracia territorial  fortalecida por el creciente apogeo de la expansión en la producción de cacao, añil y tabaco, productos que la incorporaron de manera preponderante en el mercado capitalista mundial; en este contexto iniciaba la octava década del siglo XVIII cuándo  un 29 de noviembre de 1781 nace en el hogar de una modesta y reconocida  familia caraqueña de blancos de orilla un niño  que le bautizaron con el nombre de Andrés Bello,  hijo Bartolomé Bello músico jurisconsulto y Ana Antonia López[1]  señora dedicaba a los quehaceres hogareños .

La familia de Bello instituyó su reconocimiento y aceptación social en sus dotes individuales del conocimiento e intelecto, al amparo de la iglesia pudo el niño Andrés apropiarse de una educación prominente llegándose a convertir a temprana edad en una destacada figura  intelectual de la época,  a los 19 años ya había terminado sus estudios filosóficos con el grado  de Bachiller en Arte, hombre de buena escritura disciplina y método, también domina el latín y posee conocimientos del francés e ingles; se sabe que también le correspondió ejercer como maestro, entre sus discípulos figura nada más y nada menos que Simón Bolívar quien nace en 1783 en la misma Caracas pero entre una de las más encumbradas familias de la aristocracia colonial descendiente de los primeros conquistadores, esclavistas, dueña de haciendas y una cuantiosa fortuna.

En 1801 es contratado para ejercer funciones de escribiente en la capitanía General  de la Provincia de Venezuela, cuando asume ser parte del funcionariado colonial lo hace en una cargo subalterno, eran tiempos en que  los mantuanos caraqueños se  declaran fieles defensores de los privilegios de casta y se opusieron con energía a las reformas liberales que permitía a los pardos mediante el pago de un canon gozar de algunos privilegios, hasta ahora prohibidos en la legislación española; pero como todo es cambiante, en esa misma sociedad colonial conservadora, surgió desde sus entrañas el más ferviente y desenfrenado ímpetu de libertad e independencia, transformado en el desarrollo de los acontecimientos en lucha anticolonial y de igualación social.

La sociedad colonial Venezolana de la primera década del siglo XIX, había gestado en su seno profundas contradicciones que pugnaban entre si, por un lado la aristocracia de los blancos  criolla se disputaban con la elite gobernante de blancos españoles el control  de la hegemonía política;  por otra parte los pardos confrontaban los privilegios de las dos anteriores y  las de indios y negros forcejeaban contra sistema de opresión a los que estaban sometidos; todas estas inconformidades ya habían producido en las últimas décadas del XVIII un clima de insurgencia que amenazaba la paz del régimen colonial. Por otra parte en Europa se producían acontecimientos  que impactaban  en las colonias, entre estos: el reacomodo geopolítico  de las potencias  imperiales, el auge del liberalismo  y la ilustración; tiempos de estremecimientos. En este  contexto general se desarrolla esta primera etapa de la vida de Bello, entre su nacimiento y 1810, cuando estallan los acontecimientos que condujeron a la declaración de la independencia.

Los sucesos  de 1810 le llevaron a asumir responsabilidades de estado, a solicitud de Bolívar y López Méndez[2], es incorporado en la comisión que viaja a Londres como Oficial Primero de la Secretaría de Relaciones Exteriores  para gestionar los apoyos necesarios de la naciente republica, allí se encuentra con Miranda. Su actuación  en Londres estuvo sujeta a la beligerancia armada que tomó el proceso para la independencia;  a diferencia de Bolívar el se mantiene en Londres como un actor de cancillería  resolviendo y gestionando asuntos de la causa patriótica. En 1817 el Libertador considerando que el gobierno de la república había alcanzado suficiente fuerza para comprometerse en negociaciones políticas y comerciales le designa conjuntamente con Luis López Méndez agente de la república[3]; también representó al  Libertador en asuntos estrictamente personales, refiero  el caso del poder que le otorgó para que se encargara de gestionar la venta de las minas de Aroa.[4]

En Londres[5] reside hasta 1829,   esa estadía  la aprovecha  para meterse de lleno en el mundo de los estudios  y la investigación,  se dedica  escrudiñar en los papeles y documentos originales  de la literatura europea, estudia la raíz  y evolución de los idiomas, el lenguaje, la rima la gramática, de esa estadía, sus trece cuadernillos que constituyen  la prueba irrefutable  de su afán investigativo; según Tania Avilés[6] estos pergaminos contienen transcripciones de documentos originales con abundantes comentarios, reescrituras, tachaduras e innumerables abreviaturas lo que indican que eran materiales de trabajos personales  también nos aporta esta investigadora que los cuadernos estaban escritos en distintos idiomas entre estos  en griego clásico, ingles, francés, español medieval, griego, italiano,  la letra es pequeña y con muchos errores la mayoría de estas investigaciones la realiza en la Biblioteca del Museo Británico  en Londres[7]

Según se desprende de la comunicación epistolar de Bolívar, en los años finales de la tercera década del siglo XIX la situación económica de Bello en Londres embarazosa  y de  gran  precariedad,  de esta había informado al Libertador He tenido el gusto de recibir las cartas de Vd. del 21 de abril; y a la verdad siento infinito la situación en que Vd. se halla colocado con respecto a su destino y la renta”[8],  las pugnas intestinas y el desconocimiento de la autoridad de Bolívar  impedían socorrer de manera expedita la situación; en la correspondencia de Bolívar se reflejan las preocupaciones por las dificultades económicas de Bello y su angustia por no poder resolver en vista  de la poca influencia en el ejecutivo controlado  por Santander  y así lo manifiesta.

 Yo no estoy encargado de las relaciones exteriores, pues que el general, Santander es el que ejerce el poder ejecutivo. Desde luego, yo le recomendaría el reclamo de Vd.; pero mi influjo para con él es muy débil, y nada obtendría. Sin embargo, le he dicho a Revenga que escriba al secretario del exterior, interesándole en favor de Vd”[9]

  Las situaciones difíciles y complejas  lo llevan a tomar la decisión de abandonar Europa para residenciarse en Chile, Simón Bolívar  pretende influir en tal decisión así lo expresa    en una esquela fechada en Quito el 27 de abril de 1829 le pide al señor José Fernández Madrid auxilio para Bello y solicita que este lo persuada a regresar al país.

…Últimamente se le han mandado tres mil pesos a Bello para que pase a Francia; y yo ruego a Vd. encarecidamente que no deje perder a ese ilustrado amigo en el país de la anarquía. Persuada Vd. a Bello que lo menos malo que tiene la América es Colombia, y que si quiere ser empleado en este país, que lo diga y se le dará un buen destino. Su patria debe ser preferida a todo; y él digno de ocupar un puesto muy Importante en ella. Yo conozco la superioridad de este caraqueño con­temporáneo mío: fue mi maestro cuando teníamos la misma edad; y yo le amaba con respeto. Su esquivez nos ha tenido separados en cierto modo, y, por lo mismo, deseo reconciliarme: es decir, ganarlo para Colombia…”[10]
           
Lo enunciado por Bolívar en la correspondencia citada anteriormente  revelan su distanciamiento tanto personal como, en  la causa Bolivariana; es firme su disposición de emprender derroteros propios,  no se deja persuadir. En 1829 abandona Londres y se embarca a tierras americanas con destino a Chile;  sus vínculos amistosos con personeros de la diplomacia  chilena vinculados al liberalismo le habían gestionado un empleo en la Secretaria de Relaciones Exteriores, trabajo  que le proporcionaría  la comodidad, seguridad y estabilidad a la que aspiraba, se establece como funcionario, espacio que le permitió codearse con la clase dirigente chilena que ostenta el poder político para el  momento.

También en Chile allí  se suceden  convulsivos acontecimientos en el orden político  y llegan al poder los conservadores,  encuentran a Bello ejerciendo funciones en Relaciones Exteriores,  allí  se vincula políticamente al sector de la elite conservadora, coloca su caudal intelectual al servicio  y en defensa del orden social dominante de la “oligarquía conservadora chilena”. En ese sentido ya hombre público asume tareas  de estado trascendentes que contribuyen al fortalecimiento  institucional  del mismo, incidiendo  considerablemente en el andamiaje jurídico  y educativo  de Chile  durante el siglo XIX y que se expresan en el código civil  y la creación de la universidad de Chile, donde fue su primer Rector. Con prestigio intelectual  reconocimientos social y respaldo político participa activamente  en la diatriba académica de la época polemiza sobre filosofía y método de la historia,  publica constantemente en El Araucano,  órgano divulgativo de Chile, escribe comentarios de libros, poemas, textos de gramáticas española entre otras.

Seria mezquino  no reconocer  la luminosidad   intelectual y fructífera creación literaria, fue un prominente hombre de letras, un acucioso investigador, destacado filólogo, docente, diplomático, jurisconsulto, como un intelectual maduro  fue un hombre comprometido  con la clase dominante chilena que se hace del poder en el siglo XIX y que consolidó en  esa Nación un estado al servicio de las élites; la afirmación anterior la hacemos no para descalificarlo en  sus dotes de intelectual, sino en función de poner los hechos al relieve sin falsa lisonjas, en nuestra opinión  Bello  mantiene coherencia  entre su pensamiento y su accionar, en primer término  tenia proyecto personal individual y siempre trabajó en eso aportó desde allí, mientras seguía haciendo  y cultivando su intelectualidad.

Como hombre de su tiempo tuvo simpatías y defendió la causa emancipadora con lo que mejor sabia hacer, su palabra escrita convertida en poesía,  así se refleja en  su himno a Colombia escrito en Londres, ilustrativa son los agitados veros patrióticos que dejamos para Uds. de una canción Militar que según dicen escribió para dedicarlas al Libertador [11]

Otra vez con cadenas y muerte
amenaza el tirano español.
Colombianos, volad a las armas,
repeled, repeled la opresión

¿Qué Patriota de nobles ideas
apetece la torpe inacción?
¿quién aprecia el reposo entre grillos?
Ciudadano, morir es mejor.

Libertad, haz que dulce resuene
de Colombia a los hijos tu voz;
 que jamás uno solo se afrente,
prefiriendo la vida al honor.

Libertad es la vida del alma;
servidumbre hace vil al varón.
Defender a un tirano es oprobio,
perecer por la Patria es honor




Andrés Bello un hombre de letras  formado desde muy temprana edad bajo la influencia de la literatura española llegó a manifestar admiración por toda su producción literaria, sus instituciones imperiales incluyendo la figura del rey[12],  veía en la conquista una empresa civilizadora contra la barbarie indígena[13] así lo expresó en sus primeras elaboraciones poéticas de juventud. En su estadía en Europa siguió escrudiñando en la producción literaria imperial antigua, presumimos su continuidad formativa le impidió llegar al convencimiento de la ruptura total con la estética y el imaginario simbólico cultural de la  España imperial.

Su participación en el movimiento emancipador lo hace desde el campo diplomático pero  sin práctica concreta en la contienda belicista  de  la emancipación;  por lo tanto no pudo profundizar en una doctrina social o política para llegar a la infalibilidad de dar al traste con el orden colonial establecido; su actividad intelectual apegada a la producción literaria española solo le permitió hacer sus propias construcciones  algunas conservadoras otras desde  el planteamientos de la  conciliación y el entendimiento y algunas desde la imperiosa necesidad de avanzar en nuestras propias construcciones.[14]

Logra  comprender  y propone la necesidad de andar nuestros propios caminos; alerta sobre los riesgos de una ciencia excesivamente servil  a europea. En sus reflexiones sobre la filosofía y la historia de Chile,  expone que la sociedad Chilena es diferente a la Europa  por lo tanto aconsejaba a los jóvenes  a crear y mirra con sus propios ojos; como estudioso de documentos originales y crónicas escrita por los europeos polemizó con algunas ideas respecto a la historia de América expuestas por los cronistas  y también por sus contemporáneos,  famosa su polémica  con Jacinto Chacón por un prologo que este hace a  José Victorino Lastarria referida al modo de estudiar la Historia y Modo de escribir la Historia, se refería concretamente a la Historia de Chile pero donde expone importantes reflexiones, entre estas citaremos  un fragmento que hemos considerado muy pertinente para el debate ahora que está en el tapete lo relacionado a la descolonización

“Suponer que se quiere que cerremos los ojos a la luz que nos viene de Europa, es pura declamación. Nadie ha pensado en eso. Lo que se quiere es que abramos bien los ojos  a ella, y que no imaginemos encontrar en ella lo que no hay, ni puede haber.[15]

Podríamos decir a manera de cierre que: Bello fue una prominente individualidad del siglo XIX, no escapó a los avatares de su tiempo histórico cabalgó entre sus propias  contradicciones, su obra escrita evidencia su brillante luminosidad como pensador humanista y creador; sin embargo no pudo desprenderse del andamiaje cultural constituido donde se formó por lo tanto atrapado en él,  orientó su intelecto al servicio de las élites gobernantes del territorio donde decidió sembrarse, Chile.

BIBLIOGRAFÍA  MÍNIMA CONSULTADA
BELLO, ANDRES;  Obras completas  POESIAS.  Ediciones del Ministerio de Educación.  Caracas 1952
Obras completas  Temas de Historia y Geografía Ediciones del Ministerio de Educación.  Caracas. 1957
 Antología esencial Fundación Editorial El perro y la rana Caracas 2010
FRAGO, Juan Antonio;  Andrés Bello, historiador de la lengua. Sobre el Cantar de Mío Cid Boletín de Filología, Tomo L Número 1 (2015): 107-134 elite 
GARCIA APONTE, Isaías; Andrés Bello. Contribución  al estudio de las ideas en América. Publicación de la Universidad de Panamá. 1964 p. 42-43
JAKSICA; Iván, Andrés Bello la pasión por el orden Editorial Universitaria. Santiago de Chile  2010
ORREGO VICUÑA, Eugenio; Andrés Bello  itinerario de una vida ejemplar Prensa de la Universidad de Chile  Santiago de Chile 1946
CALDERA, Rafael; Caracas, Londres, Santiago de Chile: las tres etapas de la vida de Bello.  Ediciones de La Casa de Bello Caracas. 1981

SÁNCHEZ  MEROÑO, Juan Manuel; Un modo de escribir la historia de América: el magisterio de Andrés Bello  Cartaphilus 6 (2009), 192-200  Revista de Investigación y Crítica Estética. ISSN: 1887-52






[1] Nieta de Juan Pedro López un distinguido pintor de la época
[2] http://www.agn.gob.ve/index.php/2017/06/15/archivo-del-libertador/Bolívar y López Méndez piden a la secretaria de relaciones exteriores de la junta de caracas que Andrés Bello sea agregado a la misión diplomática a Inglaterra Doc. Nº 58 "Señores Don Simón Bolívar y don Luis López Méndez: La Suprema Junta, teniendo en consideración los motivos que VSS. alegan en su oficio de ayer para pretender que les acompañe en la comisión a Londres el Comisario de Guerra- don Andrés Bello, Oficial Primero de la Secretaría de Relaciones Exteriores, ha condescendido con su instancia; y lo comunico a VSS. para su inteligencia. Dios guarde a VSS. muchos años. Caracas, 5 de junio de 1810. JUAN GERMÁN ROSCIO”.

[3] Ídem Simón Bolívar Desde el  Cuartel General de Barcelona en comunicación de fecha 5 de enero de 1817,  Doc. Nº 1749 “…hemos tenido a bien autorizar al efecto, como por las presentes autorizamos a los señores Luis López Méndez y en su ausencia o muerte a Andrés Bello , resi­dentes en la ciudad de Londres, ofreciendo bajo la fe más sagrada en nombre y representación de la República, dar el más pronto y exacto cumplimiento a todas las estipulaciones de cualquier naturaleza que sean, políticas y comerciales, que contrajeren en virtud de las facultades que por estas Letras les conferimos en toda la extensión, grado y fuerza que se requiere para que sean válidas y firmes ahora y en todos tiem­pos como que no se hacen en nuestra representación personal si no en la de la República, que siempre subsiste.”
[4] Simón Bolívar carta datada en Bogotá, dirigida a don José Fernández Madrid y don Andrés Bello, anunciándoles el envió de un poder especial para proceder a la venta de las minas de Aroa, sobre lo cual les instruye pormenorizadamente Doc. 296
[5] En Londres  se casa en 1815 con Ana María Boyland su temprana viudez lo lleva a contraer segundas vida  Isabel Dunn
[6] AVILÉS, Tania Para el establecimiento de una genealogía de los manuscritos: el caso de los cuadernos de Londres de Andrés Bello anales de literatura chilena Año 17, junio 2016, número 25, 13-32 ISSN 0717-6058
[8] Idme carta del libertador Simón Bolívar a Andrés Bello fechada en caracas, 16 de junio de 1827.participando no estar encargado de las relaciones exteriores; pide se agite el negocio de la minas de Aroa y se procure su interés. expone que el congreso no ha tomado en consideración la renuncia. Doc. Nº1375
[9] Ibídem
[10] Archivo del Libertador  Documento 1992. carta del libertador Simón Bolívar al señor José Fernández Madrid fechada en quito el 27 de abril de 1829. Le pide que auxilie al señor Andrés Bello y que lo persuada para que regrese a su país.

[11] ANDRES BELLO  POESIAS   Ediciones del Ministerio de Educación  Caracas 1952 p.p 75-76
[12] Ídem p. 8 El Poema La Vacuna escrito por los años de 1804
[13] Ibídem p. 10
[14] GARCIA APONTE, Isaías. Andrés Bello. Contribución  al estudio de las ideas en América. Publicación de la Universidad de Panamá. 1964 p. 42-43
[15] ANDRES BELLO  Obras completas   Temas de Historia y Geografía Ediciones del Ministerio de Educación Caracas 1957  p. 249. De la página 245-252 el articulo completo publicado en 1848 en El Araucano y compilado por la  comisión editora de esta obra.


viernes, 12 de octubre de 2018

MEMORIA ANCESTRAL Y AGRICULTURA URBANA UN DESAFIO


Escrito por Nelly Guilarte Ugas

Estas breves reflexiones se desprenden  del encuentro con el pasado como espacio de memoria a partir de necesidades del presente, en esa pretensión de comprendernos,  comprender y cimentar el proceso de reafirmación de nuestra IDENTIDAD  y  SOBERANÍA NACIONAL; posiblemente estén impregnadas por mis intencionalidades y convicciones razones por las que me permito hacer algunas precisiones.

Reconocemos los alcances en materia de derechos sobre los pueblos “indígenas” recogidos en la Constitución Bolivariana de 1999,  es indiscutible la  visibilidad y el reconocimiento en estos años de Revolución Bolivariana; colonizados como estamos se nos dificulta reconocer conscientemente en ese espacio de Memoria la ancestralidad originaria presente en nuestra cotidianidad. Es imperativo ver,  “lo indígena”  que está en cada uno de nosotros y nostras, aquello que camina  por las calles de pueblos y  ciudades, se desliza  en la inmensidad de la sabana  o por las serpenteadas serranías, eso que sigilosamente  continua allí, en: patios, jardines, fogones, o en esas voces sonoras que lograron vencer tanta ignominia haciéndose permanencia y como eco retumbando entre grietas abismales  han llegado a nuestros tiempos, hoy nos acompañan en esta particular forma de vivir nuestra indomable rebeldía  que nos caracteriza.

Las herramientas de las que nos hemos apropiado en este oficio de la investigación histórica  nos han permitido hurgar en huellas y rastros que vamos encontrando; ha sido de mi especial atención la  lectura y estudio de relatos, cartas y crónicas que  hicieron  religiosos civiles y militares durante la invasión, conquista y colonización de estos territorios por el imperio español. Al adentrarnos en ellos encontramos que  la historiografía venezolana hegemónica montó el discurso histórico  desde la visión euro céntrica construida desde estos relatos; pero estos  documentos estudiados desde otra perspectiva,  nos aportan información invaluable para la comprensión del mundo ancestral de nuestros pueblos originarios y así poder quitar el velo a  lo ancestral que  ha trascendido las edades y se hace presente en nuestra contemporaneidad como memoria, ineludible para sustentar la construcción del buen vivir  y contraponerlo al modelo cultural hegemónico depredador.

            Partiendo de la relectura a la  relación de  Juan Pimentel sobre la Provincia de Caracas y ciudad de Caraballeda y Santiago de León de la Gobernación de Venezuela  escrita en 1585; escrito que ha sido estudiado y citado por muchos historiadores e investigadores, documento por demás interesante, tomando en cuenta la abundante y detallada información de múltiples aspectos (fauna, flora, datos etnográfico entre otros)  referidos  a gran parte del territorio de los actuales estados Carabobo, Aragua, Miranda, Vargas y la Caracas metropolitana. Para fundamentar mis reflexiones me centré específicamente en los fragmentos donde se relata lo inherente  a los mantenimientos, cultivos  y formas de subsistencias de las comunidades originarias  asentadas en estos territorios desde tiempos inmemoriales los cuales citaré algunos de ellos textualmente[1]

“Los mantenimientos  de que los indios usaban y ahora usan, son maíz de tres o cuatro maneras y colores, casabe que es yuca, que el agua de ella mata cruda y cocida es gran regalo y mantenimiento de los indios, batatas, calabazas que llaman auyamas, frijoles, caraotas que son como habas, maní que es una raíz que quitada la cáscara queda un meollo como piñones … ocumos … otras raíces como pericaguares, mapuey, y capaso, las cuales siembran y son de buen sustento”[2]
“Los árboles  que hay en esta Provincia que tuvieron los indios y tienen de cultura son que junto a sus casa suelen sembrar y criar unos árboles  altos que ellos llaman curagua y los españoles aguacates;… Hay otros árboles muy grandes que llaman jobos, la fruta es como ciruelas pequeñas, amarillos, más largos que redondo, huelen bien, … y guayabos que su fruta es como manzanas , mayorores y menores; lo de adentro esta lleno de granillos  no se digieren tienese que es fruta sana,… esta fruta es algún remedio contra las cámaras comida verde. Hay otros árboles muy copados  y grandes que los indios  crían también junto a sus casas que llaman mamones, es la fruta como nueces verdes pequeñas,… y otros que llaman guamos su fruta es como algarroba”[3]
            “Hay piñas frutas gustosa y olorosa, no se tiene por sana,… hay guanábanos,… crían estos  indios otros árboles que llaman totumo…“Hay piñas, fruta muy gustosa y olorosa, no se tiene por sana;…hay guanábanos que son árboles grandes, … Crían estos indios otros árboles que llaman totumos que de sus frutas hacen escudillas, taparas para agua como botijas, cucharas y coberturas  para sus miembros genital  Hay anones… hay  plátanos y mameyes…”[4]
“Hay unos arbolillos  que echan una  hoja  como de granado que llaman hayo, es muy apreciada entre los naturales  porque trayéndola en la boca dicen que les quita el hambre y se dice les da fuerza para trabajar y así usan de este hayo  en general cuando trabajan y caminan siembranlo y cultivanlo con cuidado para este efecto”[5]
“…los naturales ni tuvieron  trato ni contrato ni granjería alguna. Susténtense de sus labranzas en cuanto a su comida  porque en lo demás ni lo procuran ni lo quieren…”[6]

En ese combate histórico de descolonización  eurocentrista hegemónico se hace imperativo repensarnos para  descolonizarnos, significa entonces  pensarnos desde otra perspectiva, por lo tanto es fundamental  escrudiñar en esos espacios de memoria ancestral no colonizada casi imperceptibles en nuestra cotidianidad colectiva e individual y nutrirnos  de su esencia para construir una  nueva racionalidad  cultural, donde inscribimos  el de producir alimentos  y producirlos desde los espacios urbanos  es un desafío,  en tal sentido se propone:
Profundizar en  las investigaciones sobre formas y métodos de las prácticas ancestrales relacionadas a la agricultura de los pueblos originarios, para que  estas sean valoradas y contextualizadas para su puesta en escena en los territorios urbanos y poder producir el sustento y liberación tanto material como espiritual.
Para cerrar  lanzo al viento esta utopía de la Memoria Ancestral  
Qué bueno sería  entonces,  poder nosotros y nosotras devolverle la fertilidad a nuestra PACHA MAMA, sembrar árboles de: curaguas, guayabos, jobitos, guamos, guanábanos y mamones, en cada espacio de nuestra madre tierra sobreviviente a la vorágine de  la modernidad, entregarnos al  disfrute con el trinar de los pájaros  que en sus frondosas ramas revoloteen, divertirnos con los saltos acrobáticos de ardillas y que la abundancia sea tal para saciar las ansias de degustar sus frutos.
Que el caminar entre MAIZALES de cabelleras multicolores nos anime a vivir esperanzados y tranquilos que la cosecha ha de alcanzar para llenar la totuma con OCUMOS PERICAGUARES, MAPUEY,  AUYAMAS Y CARAOTAS; que no falte un árbol de hayo, donde podamos arrancar hojas  para mitigar el hambre en época de escases; pero sobre todo ese HAYO pueda nos alimentar el espíritu y permita la alucinación de conversar con  nuestros dioses supremos, (el sol, la luna las estrellas) y vencer  a las fuerzas del inframundo y en espiral envolvente de la vida poder volar entre las próximas edades.



[1] Tomando en cuenta que este sucinto  escrito no  se hace para cumplir con requisito académico alguno Advierto que la cita del documento  no se ciñe a los parámetros establecidos;  la cita es de carácter ilustrativo
[2] BRICEÑO PEROZO, Mario; Temas de Historia Colonial Venezuela  tomo II Biblioteca de la Academia nacional de la Historia Caracas 1986. Pág. 628
[3] Ídem pág. 631
[4] Ídem pág.  632
[5] Ídem pág.  633
[6] Ídem pág.  637